Una Erasmus para Laura - Capítulo 39

Paul había estado toda la tarde vagueando, nada parecía satisfacerle, ni jugar con la consola ni leer algo divertido ni estudiar un rato ni  ver la tele ni nada... Harto de estar en casa sólo todo el día, con la única compañía de la asistenta Jamila, quien  se esmeraba cuidado de él a las mil maravillas, pero que no podía prestarle su tiempo para charlas porque se debía a sus obligaciones,  había decidido meterse en la cama y dormir. Únicamente los minutos que habló con Laura por la mañana habían sido los mejores para él y en ellos se centraron sus pensamientos durante el resto del día para poder soportar el no verla. Era cierto que había cogido un enfriamiento a mojarse con la bronca en el jardín de John, y que los dos últimos días había tenido fiebre, pero también era cierto que deseaba ponerse bien rápidamente para volver a ver a su amor: Laura, Laura… Pero cuando se miraba al espejo se desilusionaba a él mismo, pues aquel labio hinchado y los moretones en el pómulo no le favorecían nada, además de no poderlos ocultar de ninguna manera. “¿Quién le mandaba a él dejarse pegar de esa forma?” Se decía encorajinado por lo sucedido, pero al segundo siguiente se estaba diciendo que John había salido peor parado que él por aquello de quien da primero da dos veces, y Paul, favorecido por ello, pudo comprobar que era cierto.  Por George y Ritchie sabía que no acudía a las clases tampoco, porque Julia Lane no había puesto los pies en su casa desde aquel día, ni siquiera para interesarse por él, como había hecho su madre, que cada día se llegaba personalmente a casa de los Lane para saber de John. En el fondo le daba igual… o quería auto-convencerse de que le daba igual… Sí, en el fondo de su ser no le daba igual… Echaba de menos a John, se sentía como si le hubiesen arrebatado algo de su propio cuerpo, pero no sabía explicar qué… Y por primera vez se había preguntado si habría perdido a su mejor amigo en pos del amor de Laura. Cuando lo hacía, un miedo profundo y voraz se apoderaba de su corazón, John era más que un amigo, un compañero, un vecino... John era un hermano, un ser imprescindible en su vida desde siempre...