La puerta se cerró rápidamente tras ella, dándole la
sensación de seguridad que necesitaba tanto como respirar. La agitación era
palpable en todo su cuerpo; sus manos heladas por un sudor frío, estaban
temblorosas en espera de encontrar algo con lo que distraer el estupor que le
había causado ver aparecer a aquella mujer allí. Se precipitó sobre la mesa de
despacho de su marido buscando en los cajones una cajetilla de cigarrillos.
Cuando Jim fumaba siempre guardaba alguna de repuesto, por si en algún momento
insospechado se quedaba sin sus Dunhill, pero no encontró en ninguna. Así que
fue hasta el bar y se sirvió un trago de whisky que bebió de un tirón. Al
penetrar el líquido por su garganta cayó en su estómago como una bala de cañón,
no había comido nada desde el almuerzo y con todo creyó desfallecer. Respiró
descompasadamente varias veces presa de los nervios, que nos se apaciguaban. Sentía
latir su corazón en las sienes. La ropa empezó a molestarle, se sentía atrapada
dentro de ella, y se desprendió de una estola de visón que cubría sus hombros
dejándola caer al suelo. Sentía que estaba perdiendo el control y que no era
buena señal; pero ver a Lydia Reynolds entrar en el lugar de trabajo de su
esposo, aunque aquella noche estuviera habilitado para albergar una cena bufet
de la empresa, como si entrara en sus dominios, la había puesto realmente enferma.
Ante sí tenía una hermosa vista de la noche londinense;
desde las paredes de cristal de la oficina de Jim se divisaba la cúpula de Saint
Paul’s y uno de sus pórticos laterales. Con la iluminación nocturna, la
catedral parecía aún más blanca y componía una bella estampa, una vista
encantadora que dominaba La City, dándole un sello característico mundialmente
conocido, Sin embargo, Pat cerró los ojos, el mundo a su alrededor le resultó
precario e inútil, no quería ver aquello que significaba el triunfo social de
Jim representado en la vista inigualable que sólo tenían los privilegiados que
podían adquirir su espacio en La City londinense, un lugar que simbolizaba el
éxito socio-laboral de todo aquel que era reconocido por ello y Jim era uno de
esos afortunados que lo habían logrado. Pero, ¿y ella? ¿Dónde quedaba ella en
esa historia? Se preguntó dolorida en su fuero interno. Jim la había arrancado
de cuajo y se había deshecho del significado de todos sus esfuerzos y apoyos
desde que tenían dieciséis años, y ahora cuando había alcanzado la fama y el
reconocimiento convirtiéndose en uno de los arquitectos de moda en la ciudad se
despojaba de su amor, de su complicidad, de sus renuncias, de sus desvelos, de
sus cuidos… y llenaba su espacio con aquella estúpida que estaba afuera
dejándose admirar como si fuera una diosa del Olimpo. Las piernas le flaquearon
y se acercó a la mesa de trabajo donde la maqueta de Laura estaba dispuesta para
su estudio, movió algunas cosas para mirar debajo con la secreta esperanza de
encontrar aquel cigarrillo que le calmaría los nervios. Y por fin obtuvo su
recompensa, entre los papeles y utensilios encontró el paquete de Dunhill que buscaba. Pero… no era el de Jim,
primero: él no fumaba ya, nunca tendría una cajetilla en la mesa de trabajo. Y
segundo: aquél era mentolado y Jim odiaba el tabaco mentolado. Al extraer un cigarrillo del interior y
llevárselo temblorosamente a los labios, percibió un tenue olor a perfume que
provenía de la caja, mezclado con el olor a tabaco rubio. Perfume de su rival.
Lo conocía demasiado bien de olerlo impregnado en las camisas de su esposo. Encendió el cigarrillo con una cerilla, que
tomó de un librillo, que había al lado de los cigarrillos, con propaganda del
Grovesnor-Victoria, uno de los casinos más populares de Londres, situado en
Marylebone, muy cerca de Regent’s Park, a poca distancia de su casa. Jim era un
sinvergüenza, pensó con rabia... Pero ella amaba todavía a ese sinvergüenza
tanto que su corazón acababa de romperse en mil pedazos al tener que enfrentar
a su rival...
10 comentarios:
FELICIDADES por estos 50 grandes capítulos y la exquisitez de tus palabras, un abrazo
Me encantara, me gusta mucho tu libro, pero en papel lo leeré desde el principio muy gustosa...
Besukis
¡Qué ganas tengo mi amor, tener tu libro ente mis manos. ¡¡¡Muakkkk!!! Artista, eres la mejor, te deseo que triunfes.
Aquí tienes una amiga para ayudarte en lo que sea.
Te quiero mucho, Laura.
Bueno, ¿qué decir de éste estupendo capítulo?Me ha encantado, es precioso, por su parte dramática y por su parte divertida con la aparición de Vicky,y no dejo atrás el ten con te mantenido entre el profesor y los chicos.Genial hermana, eres genial.Lo dicho...... a por ella y a tenerla prontito en papel, para poderla disfrutar plenamente.bss.
Por cierto tengo los cincuenta mensajes de tus capitulos guardados, fabulosoos todos eh!!
un bssoooo.
Bueno, empezaré por el insufrible profesor, que menudo pelma. Esa noche es de Laura y si a un viejo como el le molesta pues que se aguante y pataleé fuera. No tiene derecho a ir a molestar a los chicos en esa noche especial y mucho menos a decir que John es un maleducado por atacarle con sus mismas armas ¬¬ que capullo XDD Lo de Pat ha sido un palazo, pobrecilla no me cansaré de repetirlo, lo mejor que puede hacer es olvidarse de ese desagradecido que tiene por esposo y lanzar las lágrimas al viento para que se las lleve, porque él no se merece nada de lo que ella pueda ofrecer, ni siquiera su tristeza. Y lo de Vicky... XDD Amo-odio a ese personaje, me tiene enganchada la viborilla esa XDD John va a enfurecer en 3, 2, 1... XDD un besote y gracias por estos magníficos capítulos. Esperaré al siguiente =D
El consejo de Paul a Pat es acertado, INDIFERENCIA, pero muy difícil de llevar a cabo cuando una se siente tan traicionada y de una forma tan pública...
En cuanto a Vicky, su juego cada vez la lleva a perder más dignidad y a Jhon a robar paciencia para no mandarla a la m*****... El caso es que como personaje del libro es de las que da que hablar xD
(La actualización semanal está en mi blog desde hace unas horitas ^^)
jajaja q bueno el final del capitulo!!! me ha encantado y estoy deseando leer el próximo y ver que pasa con los padres de Paul!!!
Besos y a la espera de otro capituliutyo!!!! :-D
Bueno, bueno, bueno... este capítulo me ha dejado... alucinada.
Uno, la descripción de las emociones de Pat, está super bien hecha. No sé, quien más, quién menos se ha sentido alguna vez humillada por un hombre y me he sentido muy identificada en su forma de sentir. Aunque claro, no es lo mismo tu marido que un noviete. La escena con Paul ha sido super tierna y me encantado la sensibilidad de él y la complicidad entre ambos. Paul parece el hermano mayor, a pesar de ser gemelo con Michael.
Segundo. Adoro el momento: Zas en toda la boca de Laura a la arpía silicónica de la Reynolds. Yo creo que soy Paul y le hubiese soltado algo así como: ¡Vaya! No sabía que los animales estuviesen invitados, especialmente las perras. Qué asco de ese tipo de tías y de esos hombres que se creen jóvenes por cambiar a sus esposas por barbies.
La complicidad entre Paul y Laura... incredible!! Me encantan. son como un par de calcetines, siempre juntos a todas partes.
John: ADORO A JOHN Jajajajajajaajja como "azota" verbalmente al profesor Howes. Por cierto, un gilipollas de altura, con muchos conocimientos, pero mongólico perdío.
Y la entrada estelar de Vicky. Otra que habría que darle dos tortas. Que poca autoestima y respeto por ella misma tiene, siguiendo autoengañándose a si misma.
La indumentaria de Chelson.... ME ENCANTA!
Un capitulo: emocional, divertido, entretenido y descripciones de lujo.
Kisses Jacinta Benavente
HOLA CIELO,HE PASADO POR AQUÍ, Y TE HE RELEIDO.ES APASIONANTE ESTE CAPÍTULO.LLENO DE MUCHOS INGREDIENTES DE LOS QUE SE COMPONE LA VIDA, NUEVAMENTE "GENIAL".BSS.-
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